Alergia alimentaria progresiva

Un miembro de una iglesia a la que asistí testificó que Dios la había sanado de una alergia alimentaria progresiva.

Según su testimonio, le habían diagnosticado una alergia alimentaria. Al principio era alérgica a uno o dos alimentos, pero con el tiempo se volvió alérgica a otros alimentos, alimentos que había comido toda su vida sin problemas. Llegó a donde lo único que podía comer sin una fuerte reacción alérgica eran unas galletas y agua.

Describió cómo creció en la fe para recibir sanidad. Un día oía una cosa y al día siguiente oía algo que se sumaba a lo primero. En cuestión de unos pocos días, su fe creció hasta que creyó que estaba sana.

Ella le dijo a su esposo que estaba sana y que tenía hambre. Ser sanada significaba que podía comer lo que quisiera. Así que ella y su esposo fueron a un asador y comieron bien, uno que ella no podría haber comido antes de ser sanada. Expresó su fe en que fue sanada al comer alimentos que la habrían enfermado si no hubiera sido sanada. No tuvo ninguna reacción alérgica a la comida.