Fe comprobada como fe verdadera

Cuando oramos, nuestra fe será probada y se demostrará que es verdadera y suficiente para recibir los resultados por los que oramos, o se demostrará que es insuficiente.

Santiago describe el proceso en el primer capítulo de Santiago.

Míralo como un gozo completo cuando los vientos de las pruebas soplen sobre ti, porque sabes que los vientos de las pruebas son el medio por el cual tu fe es probada y se demuestra que es fe verdadera y que esto resulta en perseverancia/firmeza (voluntad y fuerza de mente firme para resistir los intentos del enemigo de hacerte renunciar a Dios). Asegúrate de dejar que la perseverancia/ constancia crezca hasta la madurez (aumentar para soportar los vientos más fuertes de las pruebas sin rendirte ni siquiera una ondulación) para que puedas vencer al enemigo y recibir todo lo que necesitas de Dios para ser maduro y completo en todas las cosas: no renunciar a la falta de cualquier cosa al enemigo. 

Por ejemplo: Si alguna persona carece de sabiduría (no sabe el camino correcto que debe tomar, las fuentes correctas en las que debe confiar, las cosas correctas que debe hacer, las cosas correctas que debe decir, las cosas correctas que debe pensar), que esa persona se lo pida a Dios, que da sin vacilar a todas las personas generosamente, y Dios se lo dará sin vacilación ni condición. Pero esa persona debe pedir con verdadera fe (confiando en Dios como la única fuente de sabiduría y confiando completamente en que Él la proveerá) sin dudar (confiando en otras fuentes o renunciando a Dios). Cuando los vientos de las pruebas soplan sobre la persona que duda, es como una ola del mar que se deja llevar y zarandea entre confiar en Dios, renunciar a él y confiar en otra fuente. La persona que es así no es perseverante / firme (de una sola mente, con la voluntad y la fuerza para resistir el ataque del enemigo). Esa persona es de doble mente e inestable en todos sus caminos. Su fe no es verdadera fe y cuando es probada se demuestra que es falsa y no la verdadera fe que se necesita para vencer al enemigo y recibir de Dios. Esa persona no debe pensar que recibira algo de Dios. Esa persona no recibira las cosas de Dios que necesita para ser madura y completa en todas las cosas: se rinde al enemigo sin oponer mucha resistencia.

Así que, las pruebas que prueban tu fe y demuestran que es genuina son parte del proceso de recibir lo que necesitas de Dios para ser maduro y completo en todas las cosas: esto es algo alegre, no algo penoso.

La clave para la madurez espiritual y para ser suplido por Dios con todas las cosas espirituales y materiales es la fe que es probada como verdadera fe.