Perfeccionar la oración es un esfuerzo persistente y continuo por mejorar la práctica de la oración hasta que ésta produzca siempre el resultado deseado.

Perfeccionar la oración es aprender a orar con éxito. Es buscar la relación más estrecha posible con Dios y la vida más fecunda.

Perfeccionar la oración suena difícil. Probablemente todos nosotros hemos experimentado más fracasos que éxitos en la oración. Nuestro fracaso suele ser el resultado de unos pocos errores simples. El más significativo de estos es no darse cuenta de la parte central de la Palabra de Dios en la oración. Perfeccionar la oración no es fácil, pero no es tan difícil como podríamos pensar. El éxito constante puede llevar un tiempo, pero los resultados que superan lo que podemos imaginar no requieren mucho tiempo.

Para perfeccionar la oración tendremos que:

La Palabra de Dios nos muestra qué es la oración y cómo funciona. Proporciona el poder para alinear nuestras vidas con la oración y para vencer las fuerzas que trabajan en contra de la oración. La Palabra de Dios es el poder que produce los resultados en la oración. Pablo dice en Efesios 3:20 que Dios

es capaz de hacer sobreabundantemente, mucho más allá de lo que pedimos o pensamos (infinitamente más allá de nuestras oraciones, deseos, pensamientos, esperanzas o sueños más elevados), de acuerdo con el poder que actúa en nosotros.

El poder que Dios usa para producir los resultados de nuestras oraciones es el poder que obra en nosotros: la Palabra de Dios. La verdadera clave es sembrar la Palabra de Dios en nuestros corazones y dejar que dé el fruto de la oración perfecta.

¿Por qué trabajar para perfeccionar la oración?

Las siguientes páginas se incluyen para ayudar a ver cómo empezar en la oración, cómo crecer en la oración, y cómo perfeccionar la oración.

Cómo empezar

Crecer en la oración

Perfeccionar la oración