La voluntad de Dios es el elemento más importante de la oración, tanto para el orante como para el orante.

Si queremos perfeccionar la oración debemos

• ser lo que Dios quiere que seamos

• hacer lo que Dios quiere que hagamos

• decir lo que Dios quiere que digamos

• pensar lo que Dios quiere que pensemos

• orar lo que Dios quiere que oremos

• orar como Dios quiere que oremos

• orar cuando Dios quiere que oremos

• orar por los resultados que Dios quiere que produzca la oración

La palabra de Dios en 1 Juan nos da dos afirmaciones sobre la voluntad de Dios y la oración exitosa.

Si nuestro corazón nos condena, Dios es mayor que nuestro corazón, y conoce todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos condena, entonces tenemos confianza para con Dios. Todo lo que pedimos, lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él. (1 Juan3:20-22)

Si somos lo que Dios quiere que seamos y hacemos lo que él quiere que hagamos, entonces tenemos confianza en Dios. Todo lo que pedimos lo recibimos de él porque hacemos su voluntad en el ser, las palabras, los pensamientos y la acción.

Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye; y si sabemos que él nos oye, cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le deseamos (1 Juan 5:14)

Si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad. Si el modo de pedir es conforme a su voluntad. Si lo que pedimos es conforme a su voluntad.

• Aprende a determinar cuál es la voluntad de Dios.

• Despeja alguna confusión sobre la voluntad de Dios y la oración